VIERNES SANTO, SOLERA Y TRADICIÓN

Ha llegado, casi sin sentirlo ha pasado ya un año. 365 días desde la última vez que saliste a perfumar nuestra querida ciudad de Elche con el aroma de la solera y la tradición. Esa tradición heredada de nuestros mayores y que cada Viernes Santo se renueva para cumplir con el séptimo dolor de la Santísima Virgen, el de La Soledad que sufrió María al enterrar a su amado hijo. 

Volvamos pues a pasear ese portento de elegancia que es La Marededeu de les Bombes, La Dolorosa Ilicitana, esa Devoción  Coronada, la Reina del Viernes Santo.

Volvamos a acercar a la Madre sufriente a los que no pueden ir a verla durante todo el año a su capilla, a los que se han alejado de ella y de su hijo por distintos motivos y a los que todavía no la conocen, para que depositen en sus manos los dolores que les atormentan, porque ella que vivió el sufrimiento del Redentor sabrá ayudarles a sobrellevar los suyos . 

Hagamos que esta noche Elche reze, como lleva rezando 433 años a los pies de la Señora de Dolores, los Dolores de un pueblo que volverá a llevarla en volandas hasta su casa en la Iglesia Parroquial de El Salvador, en el Retorno de la Madrugada Ilicitana.

Vivamos con Devoción, recogimiento y pasión esta Noche Santa , que Ella nos ayude, proteja y guíe .

Salve Reina Dolorosa, Señora del Viernes Santo.

Francisco Javier Guilabert de Haro

Hermano Mayor